lunes, 14 de julio de 2014

TU VOZ

Un niño hizo un barquito. Salió a probarlo en el lago, pero el barquito fue llevado lejos de él por el viento. Desesperado, corrió hacia un niño mayor quien se encontraba cerca, y le pidió ayuda. Este, ante la mirada horrorizada del chico, tomó una roca y la tiró con toda su fuerza al agua. Cuando iba a gritar en protesta el dueño del barco, observó que la roca caía al otro lado del barquito y que las olas que causaba lo traían de vuelta hacia la orilla. Al rato, y después de varios lanzamientos, el chico de nuevo tenía su juguete en las manos. ¿Cuáles olas son las que dirigen el curso de nuestro barco? A menudo permitimos que nuestra  barca sea llevada para un lado y después para otra por los vientos de la vida.

¿Alguna vez te has sentido repentinamente deprimida? ¿Quizás estabas bien un momento, y al siguiente estuviste triste? Nuestro estado de ánimo es tan cambiante que parecemos sube y bajas emocionales; y lastimosamente muchas veces tenemos poco o nada de control sobre nuestro estado emocional.  Dios nos da todo lo que es bueno. Lo tomamos o lo dejamos. Con esto no estoy diciendo que la depresión repentina que mencioné la escogemos. Viene sin que lo pidamos. Sin embargo, nosotros decidimos qué haremos con ella. ¿La abrazamos? ¿Nos hundimos en ella? ¿O le pisamos la cabeza, como corresponde? Dios habla claramente: “Tú decides.”

Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.”(Juan 10:27)


·         La oveja conoce a su amo. Pasa tiempo con Él, y lo ha escuchado hablar muchas veces. Por eso, puede diferenciar su voz de otras voces. Las ovejas son naturalmente asustadizas, pero no se asustan de su pastor porque su voz es familiar e infunde confianza. Como ovejas Suyas, prestamos atención a Su voz porque le conocemos, le pertenecemos y le escuchamos.

·         Él nos conoce. ¡Qué privilegio! No dice que sabe quiénes somos, o cómo somos…dice “LAS CONOZCO”. Esto habla de profundidad e intimidad. No importa qué te quieran decir otras voces, ¡ES ÉL QUIEN TE CONOCE! Conoce de dónde venís, cómo estas hoy, que estás haciendo, tus sueños más profundos, tu temor, tu dolor, tus luchas, etc., etc., etc. Lo que Jesús te diga, te puedo asegurar, será la verdad.

·         “Me siguen” implica decisión. Le seguimos porque le escuchamos a Él. Le conocemos y con confianza vamos tras Él. Entonces las otras voces desaparecen; todo lo demás pierde importancia. Cuando hayas escuchado la voz de Dios le seguirás porque no le podrás resistir.

Cuando te enfrentas al desánimo, escoge escuchar la voz de Dios. Háblale porque Él te quiere escuchar. Y a medida que se desarrolla el diálogo entre Él y tú, oirás con claridad las palabras que Él tiene para tu vida. Serás edificado, fortalecido y le seguirás con firmeza. ¡Ánimo!


Señor Amado,
Gracias por ser mi Pastor. Gracias por conocerme y por hablarme siempre la verdad. Constantemente me cuidas y me hablas. Me acerco más a Ti para oír solamente Tu voz. Rechazo toda voz maligna que me quiera desanimar. Te sigo a Ti, mi Cristo y soy fortalecida. ¡Te amo!

Amén

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