El
rey Ezequías había tomado la decisión de romper con el pasado de opresión que
había heredado de su padre. No obstante, la decisión sola no bastaba. Las decisiones
son probadas. De la palabra te verás obligado a pasar a la acción. Un hombre
llamado Senaquerib fue enemigo y parte
de la realidad de Ezequías. Él ya había
rechazado esa realidad pero aún así lo tuvo que enfrentar físicamente. Tomar
una decisión no hace que la circunstancia desaparezca. Igual tendrás que pasar
por la tormenta. Tu fe será probada. Lo que será diferente es tu determinación.
La voz del enemigo no varía mucho. Ni el lugar
ni el siglo lo hacen variar de gran manera. Escuche las palabras de Senaquerib
(Isaías 36) y vea si alguna vez escuchaste algo parecido. Básicamente dice así:
“ ¿En quién confían? ¿Quién les dijo que
podrían ir en contra de mí? Todo lo que su rey les dice son solo palabras
vacías. Él dice cosas sin fundamento. Si confían en Dios, es todo un engaño.
Denme lo que les pido y yo les voy a dar mucho más.” Intentó confundirles,
¡poniendo en tela de juicio a Dios mismo! Leemos mentiras muy parecidas en el
libro de Génesis. Satanás le había dicho
algo muy similar a Eva: “Dios no quiere
que comas del fruto de ese árbol porque si lo haces vas a ser poderosa. No le
creas a Él, créeme a mí. Yo te digo la verdad. Si me haces caso, no te
arrepentirás”. Las mentiras del enemigo podrán
sonar convincentes. Cuidado. Vendrá con palabras elocuentes, ofreciéndote más
de lo que soñaste. Sepa discernir entre las voces que oyes, que no todas te
convienen.
El rabsaces (embajador enviado por
el rey Senaquerib) no se limitó en dirigirse a los líderes del pueblo de Judá.
Intencionalmente habló en arameo para que todos escucharan y tuvieran miedo.
Gritó diciendo que Ezequías era un mentiroso por prometerles libertad y por
hacer que confiaran en Jehová. El enemigo no se limitará a dañarte en privado.
Hará todo lo posible para que te quedes mal. Tienes que ser fuerte. Sepa que
sus mentiras, por más que sean gritados a los cuatro vientos, siguen siendo
mentiras. Dios es Dios de la Verdad, y Él siempre triunfará. Puede haber
momentos en los que aparentemente estas siendo juzgado por los demás, pero
RESISTE. Dios es justo y Él defiende a Sus hijos. (1 Juan 2:1)
El rey asirio quiso ofrecer un
trato. Nuestro enemigo puede presentarse en la forma de un hombre o una mujer,
una droga, una decisión, una debilidad, el temor o alguna otra cosa. Querrá
hacer un trato. Intentará convencernos de que puede ofrecer algo mucho mejor.
Nos hablará palabras dulces al oído. Tarde o temprano tendrás que tomar la
decisión: ¿a quién voy a escuchar?
Lo último que hizo este enemigo fue
burlarse de Ezequías. Hizo todo lo posible para hacerle quedar en ridículo.
Esto es lo que harán tus enemigos cuando vean que no estás cediendo ante la
presión. Es en un momento como este que es tan importante saber quién eres. TU
IDENTIDAD NO ES DEFINIDA POR LAS PALABRAS DE OTROS. TU IDENTIDAD SE ENCUENTRA
EN TU PADRE. Eres hija de Dios.
Padre
Soy tu hija. Eres mi Papá. Tus palabras siempre son lo mejor para mi. Me llevas hacia adelante y arriba, y siempre me dices la Verdad. Ayúdame a siempre discernir entre Tu voz y la del enemigo, sabiendo que Tus palabras son para bien y las de él son para destrucción. Te escojo siempre a Ti. Gracias por Tu voz llena de amor que siempre me alienta. Te amo!
Amén
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