No hay mujer más
bella que la que es feliz con quien es y sabe que es amada tal como es. Hebreo
10:22, 23 dice “...acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de
fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió.”
¿Qué es ser
auténtica y qué importancia tiene? El diccionario define auténtico como aquello
que es lo que dice o aparenta. En términos sencillos, lo que es auténtico se
muestra tal como es.
Tengo que
preguntar, “¿Eres auténtica?” Creo que hoy día las mujeres sentimos tanta
presión a ser de una cierta forma o aparentar de una manera, que dudamos de
quiénes realmente somos. Tanta es la influencia de los medios que nos vemos a
la luz de lo que nos venden, en vez de ver lo que nos ofrecen a la luz de lo
que somos.
Entonces ¿quiénes
somos? La respuesta más acertada es muy sencilla: eres tú. No eres la chica del
anuncio, no la vecina, ni otra persona. Eres tú. Y quién eres no precisa de
excusas o justificaciones mientras seas auténtica.
Cuán importante
es que cada persona y en especial cada mujer comprenda que ha sido creado con
tremenda atención a detalle por un Dios amoroso quien la ama como es y la
quiere prosperar en gran manera. Cuando esto llegamos a comprender seremos
libres para ser nosotras mismas. Es muy cansador tratar de ser como alguien más
o querer alcanzar siempre las expectativas de otros. Dios te conoce; y en Él
podrás descubrir quién eres. Tu verdadera identidad descubres en Él.
La autenticidad
es un arma poderosa. Nos libera de la necesidad
de trabajar fútilmente en intentar ser como otra persona o poseer lo que
otro tiene. Nos da la capacidad de ser plenas y alcanzar el propósito de Dios
para nuestra vida. Romanos 8:19 dice que “el anhelo profundo de la creación es aguardar
ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.” ¿Acaso puede la iglesia
revelarse como tal, si no es lo que fue creado para ser¿ Tanto tiempo se pierde
procurando de impresionar, cuando lo único que realmente impacta es una vida
auténticamente transformada por Cristo.
Padre
Te pido perdón por
no haber entendido Tu plan para mí y por haber perdido tanto tiempo en tratar
de ser lo que no soy. Revela a mi corazón quién soy en Ti y ayúdame cada día a
seguir Tu diseño para mi vida. Me acepto y te agradezco tanto por aceptar y
amarme tal como soy. Avanzo con confianza, de gloria en gloria.
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