viernes, 20 de noviembre de 2015

DECIDO VENCER


¿Alguna vez te diste cuenta que Dios nos desafía siempre? Él no te dejará tranquila y cómoda ahí donde estas. Te impulsará a más siempre. Su Palabra inquieta, apasiona y promueve. Él busca transformarnos. Nos lleva siempre más y más cerca del diseño original – Su diseño perfecto para cada una.

La manera en que hace esto es tan hermosa que no solo nos enamoramos de Él sino también de la vida. Jamás hizo Dios algo que no haya sido para tu bien. Quizás mires atrás y te preguntes cómo es que cierta cosa tan terrible que te haya pasado puede ser para tu bendición. No todo lo sucedido lo hizo Dios. Tenemos adversarios, el principal del cual es el diablo. Otras personas nos hacen daño y, hay que admitirlo, nosotras mismas nos hacemos daño con decisiones a veces muy erradas.

Romanos 12:21 nos enseña: No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien. Esto se aplica en diferentes contextos:

Las personas quienes te han hecho daño, ámalos. El amor es el poder de Dios en acción y desarma al enemigo.

Las experiencias que has vivido y por las que estés pasando hoy, examínalas de cerca con la ayuda del Espíritu Santo. En ellas hay lecciones de valor incalculable. No aceptes al auto lástima. La única persona quien es víctima es aquel quien decide serlo. Levántate. Que lo vivido te sirva para volar aún más alto.

Cuando el mal existe dentro de tu mente, conscientemente tome la decisión de vencerlo con el bien. ¿Cómo se logra esto? Doy ejemplos prácticos. Cuando una situación con alguien te quebranta o te hace enojar, tome la decisión de no dar vueltas al tema en tu cabeza. Ore, perdone y bendice. El mal será vencido y estarás en paz. Otro ejemplo: cuando alguien te dice algo, no saques conclusiones propias. Decide creer que la gente quiso decir algo bueno en vez de pensar cosas como “No me quiere”,”Me miente” o peor. Cuando desarrollas este hábito, tu corazón está protegido porque no piensas más allá de lo que te dicen. Al final, si alguien quiso decirte algo malo, y creíste lo bueno, ¡el mal no te afecta y por lo tanto está vencido!

La palabra “reaccionar” significa responder o actuar como respuesta a un estímulo. En nuestras relaciones, esto implica que algo que sucede o que alguien dice causa una respuesta nuestra – sin haberlo pensado o analizado antes. Cuando estamos cansadas, estresadas o hartas (¿quién no ha estado ahí?) corremos el riesgo de reaccionar, y eso nunca será bueno. Ese mal hábito solo puede ser vencido con el bien. El bien de la oración y tiempo en la presencia del Señor para ser transformadas por Él, el bien del autodominio y el bien del amor.


Sé que esto no es fácil. Nadie ha alcanzado aún la perfección, pero esto no significa que nos podemos dar el lujo de acomodarnos en donde estamos. Es tiempo de avanzar y de vencer el mal con el bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.