jueves, 5 de noviembre de 2015

DATE PRISA


El tiempo es muy importante para Dios. A pesar de que Él habita la eternidad, nos enseña a enumerar nuestros días. Es cierto que Dios tiene tiempos establecidos para todo. Las estaciones y las etapas de la vida, cada una con sus características, son ejemplos del ciclo natural. He aprendido acerca de las estaciones de Dios a través de los años. He vivido tiempos marcados por Él, y  cuando una etapa terminó lo supe. Lo pude sentir. Era el cambio de capítulo en el libro de mi vida.

El tiempo de Dios es siempre perfecto. En vano uno procura de apurarlo. Si no ha llegado, no importa qué hagas, las cosas no van a salir. Si es Su tiempo ¿qué hacemos? Él sabe perfectamente cómo deben ser las cosas para poder lograr Sus propósitos. Los problemas surgen cuando queremos que todo suceda a nuestro tiempo y a nuestra manera.

Dios llegó un día junto a un hombre llamado Lot para salvar a él y a su familia. Tenían que dejar las perversas ciudades de Sodoma y Gomorra porque Él las iba a destruir. Se había acabado una etapa de perversión y comenzaba una nueva. Pero el Señor quería algo. “Pero date prisa y corre a ella, porque yo no podre hacer nada hasta que llegues allá.” (Génesis 19:22)El Señor le dijo a Lot que se apresurara en llegar a Soar porque solamente así iba a seguir desarrollándose Su plan.

Tengo que preguntarme: ¿Estoy donde debo estar?  ¿Es este el lugar en donde Dios quiere que yo esté en este tiempo?  Si me aseguro de haber obedecido a Dios,  Él podrá seguir con lo que ha planeado.  Si me opongo o simplemente no me preocupo por obedecerle,  Sus planes perfectos esperarán hasta que lo que haga. 

Oramos:

Señor,  sé que tus planes siempre son mejores que los míos. Ayúdame a escucharte y a obedecerte;  Y que,  en todo tiempo,  esté yo donde Tú quieres que esté.

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