lunes, 9 de enero de 2017

LAS PARTES ROTAS

Dicen que nadie llega a los 20 sin haber sido lastimado. En cada vida hay situaciones que causan dolor y tristeza. La rotura es parte de la vida.

¿Vives sumida en la tristeza,  convencida que a nadie le tocó una peor historia que la tuya? ¿Te encerraste, convencida que si de alguna manera evitas relacionarte de nuevo, entonces estarás bien? ¿O pudiste sobreponerte,  crecer y avanzar?

Jesús alimento a cinco mil familias con unos panes y pececitos. Antes de hacerlo,  tomó el pan en Sus manos,  lo bendijo y lo rompió. Luego todos comieron ¡y sobró doce canastas de restos! La rotura permite la multilpicación.

Cerca de la muerte de Jesús,  una mujer irrumpió en la pieza donde estaban Él y sus discípulos,  se tiró delante de Él y derramó sobre Sus pies un perfume muy costoso. Ese acto de adoración pura le impresionó mucho,  tanto que dijo que ella siempre sería recordada. Sin embargo,  para que se pudiera realizar,  el envase tuvo que ser roto. La rotura permite la adoración.

No creas que las partes rotas de tu vida han sido en vano. Dios no desperdicia un dolor. Habla con Él de las partes de tu vida que han sido rotos y de las que necesitan ser rotas; y derramalas como perfume ante Él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.