jueves, 8 de diciembre de 2016

BALANCE ANUAL

Cuando pasamos de una estación de la vida a otra, tendemos a hacer un balance. Probablemente,  al acercarnos al fin de año,  estés haciendo esto. Evaluamos desde enero hasta diciembre,  aunque sea superficialmente. ¿Qué tal fue este año para ti?

He visto en estas últimas semanas unas publicaciones que decían algo como,  "Todavía hay tiempo para que algo bueno me suceda este año." No pude evitar una sensación de tristeza. ¿Puede ser que alguien pase casi 12 meses sin que algo bueno le haya pasado? Mi conclusión es esta: la cuestión no es de circunstancia sino de actitud.

No lo dudes. Sé que muchas personas pasaron por situaciones extremadamente dificiles en este año. No estoy menoscabando el grado de dolor en estas experiencias. Estoy apelando al valor de la actitud ante las mismas.

¿Te fue dificil?  Te comprendo. ¿Has luchado mucho? Te felicito. ¿Hubo momentos en los cuales te sentiste sin fuerzas? He estado ahí. Muchas veces. ¿Las pruebas fueron en vano? Jamás.

La mujer quien está llegando a diciembre es más fuerte,  más sabia y más madura que quien emprendió este viaje en enero. Todo ha obrado para bien. Dios usa la vida para que seas moldeada,  impulsada y corregida.

Mira hacia atrás este diciembre dando gracias. Dios ha sido fiel. A través del fuego caminó contigo y en medio de las aguas te sostuvo. Él ha levantado tu cabeza para que mires hacia delante con fe,  sabiendo que,  sin importar lo que vendrá vencerás - no por quien eres ni por lo que sabes,  sino porque el Gigante camina a tu lado.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados...  ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Ro. 8:28‭, ‬31

martes, 6 de diciembre de 2016

SIEMPRE CORRIENDO

Son casi las 11 pm y estoy muy cansada. Para colmo,  después de correr todo el día,  de lidiar con una tormenta,  de tratar con más de una persona difícil,  de terminar las cosas para la hora indicada y de llegar a altas horas a mi casa,  me doy cuenta que no publiqué el devo de hoy.

No,  no es que no quise. Tampoco es que no me importe. Todo el dia estuve pensando en lo que quería escribir solo no pude encontrar un rato para sentarme a hacerlo.

¿Tienes también días así? Pareciera que el tiempo es nuestro dueño,  y no tenemos nosotras dominio sobre ello. Es muy estresante.

En un mundo siempre apurado,  y aún más en esta época en que pareciera que todos pierden la cordura,  cuan importante es saber manejar nosotros el tiempo con sabiduría. Es necesario saber escoger entre actividades en vez de tratar de hacerlo todo; y es importante saber fijar prioridades. Pero hay algo más.

Necesitamos realizar las actividades y fijar las prioridades de Dios. ¿Cómo se hace eso? Sencillamente,  buscándole a Él. El Salmo 90:12 dice así: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría". En términos sencillos,  necesitamos pedir a Dios que nos enseñe cómo vivir mejor; cómo saber qué abrazar y qué dejar; cómo estar en paz.

El tiempo es un recurso de gran valor. Lastimosamente,  cuando se nos haya ido ya no volverá a nosotros. Administrémoslo sabiamente y gastémoslo en lo eterno.

lunes, 5 de diciembre de 2016

TE FELICITO

y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante
Hebreos

No sé si es solo a causa de mi carácter,  pero estoy convencida que la virtud más difícil de desarrollar es la paciencia. Exige esperar aunque no veas nada y tener fe aunque todo vaya en contra. La paciencia va de la mano con la fe.

Dios nos llama a correr esta carrera,  que es la vida, con paciencia. En sintesis,  a seguir corriendo aún cuando no ves nada bueno,  cuando las promesas todavía no se han cumplido y cuando los obstáculos quieran convencerte de que no lo lograrás. Ten paciencia y siga corriendo.

Suena fácil. Ojalá lo fuera.

Estamos a fin de año. Has corrido una carrera todo el año y quizás te sientas cansada. Tal vez te estes preguntando por qué ciertos logros no alcanzaste. Ten paciencia. Esta carrera no es de velocidad sino de perseverancia. A veces correrás fuerte,  y otras veces te costará más correr. Siga corriendo. Llegarás y vencerás.

Hoy te quiero alentar. Quiero que sepas que para nadie es fácil esta carrera y también que todo lo que tiene valor cuesta caro. Lo estás haciendo bien. Has tenido algunos contratiempos pero sigues corriendo. Más de una vez pensaste que no lo lograrías,  que era mejor tirar la toalla,  pero de nuevo te  sacudiste y volviste a la carrera. No te has rendido. Te felicito.

Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 73:26

domingo, 4 de diciembre de 2016

YA NO MÁS

...despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia...
Hebreos 12:1

La palabra "asediar" es muy interesante en el contexto en el cual se usa en Hebreos. Significa sitiar u acosar. El sitio es una estrategia militar a través de la cual un poder rodea a su enemigo y no permite que nada ni nadie entre ni salga hasta que se rinda o muera. Es justamente lo que hace el enemigo de nuestra alma con nosotros. Nos rodea y nos encierra hasta que o nos rindamos o muramos.

Hay pecados especificos que nos asedian. Sabrás tú cuál es o cuáles son los que te acosan siempre. Son las áreas débiles donde aparentemente no podemos vencer,  las cuales nos persiguen y siempre nos hacen caer.

La mayoría pensarán en el pecado sexual y para muchas personas es ésta su área débil, pero en cualquier área de nuestra vida puede haber flaqueza. ¿Gastas demás siempre?  ¿Hablas mucho de las personas? ¿A pesar de que sabes qué debes hacer,  te pasas el tiempo en otras cosas? ¿Te opones a la autoridad?  ¿Tratas de controlar y manipular a la gente?  ¿Sientes que eres más y mejor,  aunque no lo demuestres mucho?  ¿Vives buscando la atención de los demás para sentir que tienes valor? Todos son pecados que asedian a la mente y al corazón.

Sin embargo,  no podemos culpar solamente al enemigo por nuestra destrucción. La Palabra nos instruye a despojarnos - o sea,  a hacerlo nosotros. No trata solamente de reprender al enemigo  ni de pedir a Dios ayuda,  aunque ambas cosas puedes y debes hacer. Si haces estas cosas pero no tomas decisiones radicales acerca del pecado que te asedia, es en vano.

Pidale a Dios que examine tu corazón y comprometete a tomar las decisiones correspondientes. Toma la decisión firme: "Ya no más. El tiempo de este pecado se acabó en mi vida." Sea radical y práctico. Si hay algo en tu vida que te asedia,  despojate de ello. En otras palabras,  sacalo de tu vida. Tú puedes. Decida soltar todo lo que te impide correr la carrera,  aunque duela. Te aseguro que por más alto que sea el precio,  el premio siempre será mayor.

sábado, 3 de diciembre de 2016

EL PROBLEMA CON EL PECADO

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante Hebreos 12:1

Ayer hablamos del peso que debemos desechar para poder avanzar. Hoy hablaremos acerca del pecado que nos asedia.

La palabra "pecado" no es "politicamente correcto" en muchos círculos hoy. Se trata de evitar ofensa maquillando las cosas diplomáticamente. Sin embargo,  pecado es pecado.

He escuchado que definan al pecado como errar el blanco. El problema ahí es la definicion de "blanco". ¡Hoy día,  la gente apunta a cada cosa! Yo prefiero definirlo como cualquier cosa que vaya en contra de la Palabra (y por ende,  la voluntad) de Dios.

El primer problema con el pecado es que da gusto. Quien está sumido en ello,  no lo está haciendo porque le duele o le causa problemas,  sino porque agrada a su carne. Eso lo hace más dificil de dejar.
El segundo problema con el pecado es nuestra perspectiva limitada de qué es. Por supuesto que sabemos que la fornicación,  los vicios,  el robo y el asesinato son pecados,  y somos rápidos en aclarar que no participamos en nada de eso. Pero ¿qué tal estamos con el chisme,  la queja y la critica? También la mala administración (de dinero,  tiempo,  recursos,  o cualquier cosa que Dios haya puesto en nuestras manos),  el orgullo y las falsas apariencias son pecados,  solo por mencionar algunos. Dios aborrece todo pecado. Para Él no hay diferencia entre el chisme y la fornicación.

El tercer problema con el pecado es que de Dios no se lo puede esconder. Quizás pueda uno engañar a amigos, compañeros y familia con actuaciones estelares,  pero Dios ve hasta las profundidades del alma. Podemos estar año tras año en la iglesia,  ser la primera persona en alzar las manos y gritar un "Gloria a Dios" y hasta tener ministerio pero ¿de qué nos sirve si en lo íntimo no estamos alineados con Su Palabra?

Lo principal del pecado es esto:
1. Todos hemos pecado y nadie alcanza la gloria de Dios.
2. El pecado nos excluye de la presencia de Dios.
3. El pecado demanda castigo,  y ese castigo es la muerte.
4. Jesús dio su vida en paga de nuestra condena. En Él y por Él somos libres del pecado.
5. Dia tras día,  toda la vida,  necesitamos presentarnos delante del Dios Vivo,  pidiendo que nos limpie y que nos perdone. Cada dia tomamos nuestra cruz y le seguimos.

El pecado es un problema muy grave. Es tan grave que te puede costar la eternidad. Sin embargo,  la solución al pecado es tan sencilla y hermosa: es Jesús.

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Juan 8:10‭-‬11

viernes, 2 de diciembre de 2016

LIVIANITA

... despojémonos de todo peso... 
Hebreos 12:1

Creciendo en Sudáfrica tuve el privilegio de practicar un deporte hermoso llamado "mountain climbing",  que es subir montañas. No es alpinismo,  pero es esforzado. Ibamos en grupo a hacer caminata en las cordilleras del Cabo,  generalmente por varios dias. Fueron experiencias duras pero hermosas,  que no cambiaría por nada.

Una de las cosas más importantes del proceso es la preparación. Uno debe tener mucho cuidado al preparar la mochila. Lo que pareciera ser liviano en tierra plana se vuelve cada vez más pesado al ir escalando. Uno mide con cuidado lo que va a llevar y aprende a cargar solo aquello que es imprescindible para el viaje.

Hebreos 12:1 nos exhorta a hacer lo mismo: a despojarnos. Esta palabra literalmente significa tirar. Uno se despoja de las cosas al soltarlas y dejarlas atrás.

¿Qué debemos tirar? Todo aquello que nos impide correr. Es llamativo que, como nos aclara este texto,  debemos despojarnos de peso y pecado. Son dos cosas distintas,  aunque los dos nos impiden avanzar. Hoy hablaremos del peso y mañana del pecado.

El peso en tu vida no es necesariamente algo malo. Si has sido transformada por el poder de Dios y das hoy testimonio de Su obra en ti,  lo más probable es que puedas decir que ya no hay cosas malas que dejar. Ya no fumas ni bebes,  te mantenes en pureza,  servis a Dios,  vas a la iglesia... Entonces ¿qué quiere Dios?

Él te llama a soltar lo bueno para poder darte lo excelente. Hay cosas en tu vida que,  por más buenos que sean,  no te permiten correr hacia tu propósito. Por ejemplo,  una relación,  una costumbre,  una actitud,  un ministerio.

Quizás haya en tu vida amistades que te están atajando. Tal vez estés sirviendo en algún lugar pero Dios planea usarte en otra. Podría ser que dedicas tu tiempo a cosas que te distraen en vez de enfocarte hacia lo que Él te quiere dar. Ciertas actitudes se convierten en peso,  cuando queremos hacer las cosas bajo nuestros términos y no los Suyos. Es posible que te hayas cargado con peso que Dios nunca te pidió llevar. A menudo queremos resolver todo,  hasta la vida ajena,  cuando no es esa nuestra tarea.

Dios quiere que estés livianita,  para poder subir a lugares altos. Quiere que veas lo excelente que Él ha preparado para ti; pero para eso vas a tener que quitar tus ojos de lo que ahora te está impidiendo correr. ¡Ánimo! Puedes confiar. Lo que tu Padre te dará es mucho mejor de lo que te pide soltar.

lunes, 28 de noviembre de 2016

NUBE DE TESTIGOS

En el año 1984 una novela escrita por George Orwell forjó la expresión "El hermano mayor te está mirando". En dicha obra Orwell proyectaba lo que él veía para el futuro: un mundo en donde la gente es observada y controlada por los poderes de estado.

La Biblia,  sin embargo,  mucho antes de los años 80 ya nos contó que nos están mirando: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos... (Hebreos 12:1)

Vamos a poner este versículo en contexto.

En el capítulo 11 de Hebreos Pablo habla de los héroes de la fe. Presenta una larga lista de personas quienes corrieron su carrera con excelencia a pesar de no ser perfectos y en quienes se cumplió el propósito de Dios. Estas personas están ahora en Su presencia. 

La imagen que el apóstol crea en el 12:1 es la de un estadio,  con las gradas llenas del público que mira la competencia y alienta a los atletas. Este espectáculo era algo muy familiar para las personas de la época y por eso resulta tan ilustrativa. Hace entender que esos héroes de la fe nos están observando y animando a no rendirnos. Es una imagen que renueva las fuerzas al corredor cansado. Nos hace recordar que no estamos solos en esto.

Sin embargo ¿Dios nos está diciendo que literalmente Moisés,  Elias, Sara y otros dedican su tiempo eterno a mirarnos correr? No. Él nos está diciendo que estos hombres y mujeres corrieron a pesar de sus limitaciones y dificultades,  y que pasaron la linea de llegada; que en ellos el Señor cumplió Sus promesas; y que ellos alcanzaron la meta. Nos dice que ellos son testigos de la Verdad,  y de la Victoria; y que nosotros,  al igual que ellos,  lo podemos lograr también.

A menudo somos atacadas en nuestra perspectiva. El enemigo de nuestra alma nos quiere hacer creer que el objetivo está demasiado alto,  que no tenemos lo que se necesita para correr hasta el final,  que nadie nos mira porque no importamos. ¡Es todo mentira!

Dios te hace saber que hay una gran nube de testigos de Su grandeza y poder quienes dan testimonio de que sí se puede. Ellos superaron los obstáculos para llegar,  victoriosos,  a la linea de llegada y tú también lo harás.

viernes, 25 de noviembre de 2016

¿TRAPOS O TÚNICA?

Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Romanos 3:23

Todo ser humano,  sin excepción,  ha caído corto de la gloria de Dios. Basicamente,  esto significa que nada podemos hacer nosotros para alcanzar en nuestras propias fuerzas o capacidades la salvación.

Esa frase es una que resuena en los corredores de la vida: caes corto. No alcanzas. No tenés lo que se necesita. Pareciera que nos queda mejor los trapos de vergüenza que la túnica de la gracia. Es que a la vergüenza y el dolor nos hemos acostumbrado. Son parte del maquillaje de pecador. "Hice mal - otra vez. No soy lo suficientemente fuerte,  buena,  o lo que sea. " Nos escondemos detrás de nuestras falencias y debilidades,  con la excusa del "No puedo".

Y tenemos razón. No podemos. ¿Acaso  tenemos a nuestro alcance el hacer algo que nos pueda dar entrada a la presencia del Dios sabio y perfecto? Podrías pasar tu vida intentándolo y no lo lograrías. No te desanimes. Hay esperanza.

"Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado."  Romanos 3:24‭-‬25

Dios quita la verguenza,  la incapacidad y el dolor y te viste de justicia. Aunque no merecemos su gracia,  Él nos limpia y nos santifica. Y solo por eso podemos estar cercas de Él.

La próxima vez que comiences a creer que no eres suficiente o que no alcanzas,  recordate que el faltante ya está pagado. Aunque tú y yo hemos caido corto de Su gloria,  nos lo ha regalado por pura gracia. El éxito tiene nombre. La victoria tiene nombre. La paz,  el perdón y la vida eterna tienen nombre. Ese nombre es Jesús.

jueves, 24 de noviembre de 2016

MI LUGAR PREFERIDO

¿Cuál es tu lugar preferido en el mundo? Quizás puedas mencionar un espacio fisico; tal vez exista un rincón,  una casa,  un rancho o un país donde más te sientas feliz. Podria ser que tu lugar preferido sea al lado de una persona específica, sin importar dónde estén. Lo más seguro es que,  sea cual sea el caso,  te agrade por lo que sientes al estar ahí.

Josué tenía un lugar preferido. Dice Éxodo 33:11 "Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo." La traducción al inglés de este versículo usa una palabra que me encanta. Dice que Josué "lingered". Este verbo significa " quedarse merodeando,  resistir a ir". La imagen que crea de Josué es de un hombre que más que cualquier otro lugar,  quería estar en el tabernáculo. Se hallaba ahí. Tenía hambre de lo que podía recibir ahí.

Moisés,  el siervo de Dios y el líder de Josué,  hablaba cara a cara con Dios en el tabernáculo. Josué probablemente no veía esto con sus ojos,  pero estaba cerca. ¿Será que se estremecía al sentir la presencia de Dios tan cerca? ¿Podría ser que,  mientras su líder estaba cara a cara con Dios,  él se postraba,  adorando a Jehová todopoderoso?

Lo que sabemos es que cuando Moisés volvía a su tienda,  su asistente se quedaba por ahí. Su corazón se resistía a abandonar el lugar donde sabía que Dios se manifestaba. Él anhelaba más de su Padre. El lugar preferido de Josué era donde Dios estaba.

En ese lugar no había una multitud. No existía acalamación,  aprobación o aplausos. Nadie sacaba fotos para publicar,  ni selfies para compartir. No reportaba por Foursquare: "Josué se encuentra en el tabernáculo con el Dios vivo" a ver cuántos me gusta conseguía. No tenía seguidores ni en el Facebook,  ni en Instagram,  ni en Snapchat. Nada de eso le interesaba. Una sola cosa captaba su atención y ocupaba su tiempo: la presencia de Dios.

Moisés era siervo de Dios,  y Josué era su asistente. Josué servía a Moisés.  No estaba detrás de la posición de su líder. En otras palabras,  su servicio era puro y desinteresado. En ninguna parte de la Biblia encontramos a un Josué egoísta,  sino siempre un siervo obediente,  aún cuando no le habian escuchado cuando dijo que Israel podía vencer al enemigo. No se quejó. No tiró la toalla. Sirvió. Y todo el tiempo su meta era una: estar en la presencia de Dios.

Repito la pregunta: ¿Cuál es tu lugar preferido?  ¿Al lado de quién quieres siempre estar?

Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.
 Salmos 27:4

jueves, 13 de octubre de 2016

TU LUGAR EN EL PARAGUAY

Qué hacemos cuando el mundo cae en pedazos? Cuando nada va como quisiéramos, cuando todo está en nuestro contra y cuando pareciera que la oscuridad está venciendo ¿cómo reaccionamos?

Considerando lo que hemos visto en el Paraguay en este tiempo, si nos descuidamos fácilmente caeremos en el desánimo. Asesinatos, robos,  secuestros y corrupción son ya casi noticia "normal". Es preocupante y alarmante pero pregunto de nuevo ¿qué hacemos?

Veo a muchas personas, lastimosamente muchos de ellos cristianos,  juzgar y criticar; en especial a las autoridades. Que el Presidente no sirve, que el gobierno es un desastre,  que los policias son tavy, etc. La Biblia nos enseña que nuestras palabras revelan lo que hay en nuestro corazón. Esto significa,  a un nivel personal,  que yo puedo saber qué hay en MI corazón al atender qué digo. ¿Qué estas diciendo frente a estos hechos? ¿Dónde está puesta tu fe?

Si voy a echar la culpa a personas,  es que no estoy entendiendo los tiempos. Y si declaro que todo está perdido y que "Así no más luego es el Paraguay" es que yo no comprendo quién soy y por qué Dios me puso en este lugar en este tiempo. Somos rápidas para proclamar la Palabra en situaciones agradables pero ¿somos asi de rápidas en ponerla en accion ante la adversidad?

Entienda esto: tú no estas donde estas en este tiempo específico porque sí no más. Dios decidió cada detalle de tu vida con un propósito; pero ese propósito no trata de ti sino viene a través de ti para multitudes. Tú estás en este mundo para traer luz,  no quejas y criticas. No podemos clamar a Dios porque bendiga a través de nosotras si nuestras bocas están llenas de palabras que van en contra de la Suya.

Tú y yo estamos aquí para marcar la diferencia. Estamos viviendo los últimos tiempos y somos parte de la última generación antes del final. ¿Lo has pensado? Estos serán tiempos marcados por las tinieblas. Habrá violencia y aberración. Veremos cosas terribles. ¿Nos desesperaremos?  De ninguna manera. Mayor es Él que está en nosotros que el que está en el mundo. El diablo anda rondando como león rugiente,  pero a nuestro lado está el Leon de Judá. ¡La victoria es nuestra para tomar!  Y la victoria comienza con la boca.

Para las escépticas,  quiero aclarar algo más: el Paraguay no esta perdido. Lo que estamos viendo aquí está sucediendo en todo el mundo. Abra los ojos. Los tiempos se están accelerando y el reino de las tinieblas se desespera. Por eso tú y yo tomamos nuestro lugar,  nos plantamos firmemente en la Palabra y hablamos palabra de fe sobre nuestra nación.

Mientras haya una hija o un hijo de Dios quien habla el bien,  en el mundo brilla la luz de Jesús. Tu decides si la harás brillar o no. 

SAL DEL LAGAR

Muchos de nuestros problemas y temores nacen de nuestro pobre conocimiento de quiénes somos. Nunca me cansaré de insistir que cada una de nosotras al descubrir en intimidad a nuestro Padre,  descubriremos a nosotras mismas.

Es que viviremos con dudas y confusiones si no nos plantamos cada día en la Verdad. Tenemos un enemigo astuto quien se empeña en tapar nuestros ojos para que no veamos que somos más que vencedores.

Alguien quien luchó con esto fue Gedeón. Su pueblo fue oprimido por los madianitas durante años. Israel no podía prosperar porque cada cosecha era saqueada por ellos. Los israelitas tuvieron tanto miedo que se hicieron cuevas,  cavernas y lugares fortificadas. Vivían en temor. Y Gedeón no era la excepción.

Un día estaba separando el trigo (un trabajo que se debe hacer al aire libre) en un lagar (un lugar cerrado) cuando le aparece un ángel quien la llama "hombre esforzado y valiente".  Casi suena a sarcasmo,  considerando que Gedeón estaba en el lagar por temor a los madianitas.

Tu condición,  tu pasado,  tus debilidades,  tus fracasos,  tus temores,  tus fortalezas,  tus talentos u aparente falta de talento,  tu carácter,  tu personalidad,  ni ninguna otra cosa impide que Dios haga lo que Él quiera en ti,  ni que Él te vea como Él te ha diseñado.

Muchas personas no han comenzado a demostrar su verdadera potencial. Muchos no se han dado cuenta todavía de que tienen una potencial no explotada aún. ¡Pero el Señor sí!  Dios no te ve según tus circunstancias sino conforme al propósito que Él diseñó para ti. Necesitamos descubrir en Él esa visión y activarla. Es urgente salir del lagar para entrar a la plenitud de todo lo que Dios tiene preparado. 

martes, 11 de octubre de 2016

HIJA DE DIOS

Había un tiempo en mi vida en el cual yo luchaba por el reconocimiento. No me daba cuenta de ello,  pero era mi pan diario. Sentía que tenía valor cuando la gente me felicitaba - la famosa terapia de las palmaditas en la espalda. Esto está bien mientras las cosas vayan bien y la gente te felicite,  pero el problema es que te exige la perfección. Al final,  solo lo perfecto o casi perfecto recibe el reconocimiento. Cuando salen mal las cosas,  cuando recibes críticas y nadie te aplaude entonces crees que no tienes valor.

El Señor en Su inmenso amor trató esa actitud mía. Me mostró que yo trataba de ganar el reconocimiento (hasta lo Suyo) porque lo interpretaba como amor; pero que Su amor ya era totalmente mío. ¡No necesitaba ganarlo porque ya me pertenecía por completo! Cuán grande libertad siento desde ese día. Puedo hacer todo lo que hago con el mismo esfuerzo que antes,  buscando la misma excelencia,  pero sin la terrible presión de tener que comprobar quién soy.

Nuestros roles parecieran definir quienes somos,  pero no es así. Aunque estés cumpliendo cabalmente con tus tareas,  es posible que nadie lo vea. ¿Esto hace de menor valor tu esfuerzo? No. Dios no te pide la perfección sino la humildad. La humildad obra por amor,  sin buscar nada para sí misma.

Debes entender que eres más que esposa y madre. Eres más que la hija de tus padres. No es un apellido lo que te otorga valor. Eres mucho más que abogada,  doctora,  profesora,  costurera,  cocinera,  ama de casa o lo que fuese a que te dedicas. Eres hija de Dios.

No te define la excelencia con la cual te desempeñas,  ni el dinero que ganas. No te define el reconocimiento de otros,  ni la falta de ello. No necesitas comprobar a nadie quien eres. Te define el amor de tu Padre. Eres hija de Dios.

jueves, 6 de octubre de 2016

EL ESTANDAR DEL AMOR

La Biblia nos enseña algo muy importante acerca de las mujeres:  necesitamos amor. Una mujer quien es amada se siente plena y fuerte. Una mujer quien es amada brilla con una belleza única.

Una mujer quien no se siente amada, será siempre vulnerable. Creerá las mentiras acerca de quién es,  no se auto valorará y difícilmente podrá amarse a sí misma.

A través de los años trabajando con mujeres he visto incontables veces como muchas porque no han recibido amor, no se aman. A consecuencia establecen un estandar muy bajo del amor. En términos mas sencillos, aceptan a cualquiera.

Una mujer quien no comprende que es amada con amor eterno y que ha sido comprado por el precio más alto aceptará   los avances de un hombre de palabra ágil; se entregará a sus manos con tal de sentir su afecto. Hasta creerá que sus caricias demuestran que la ama. ¡Cuán grande decepción al darse cuenta que nunca fue así!

De ninguna manera estoy diciendo que todos los hombres son malos,  ni que  todo sexo es sucio. Existen hombres quienes aman y respetan; y el sexo es bueno y hermoso en ese marco - el de amor y respeto; en otras palabras,  dentro del matrimonio. 

Mujer,  ¡eleva tu estandar del amor a la medida de la plenitud de Cristo!  Deja que Él tome los pedazos rotos y haga algo nuevo. Permítale enseñarte qué es amar sin temor para que tu corazon sea resguardado y protegido. Que tu cuerpo,  alma y espíritu estén llenos de Él y Su amor.

EL MAS ALTO VALOR

La vida en Cristo es una travesia llena de aventuras,  en la cual descubres que eres mucho más de lo que creías y puedes mucho menos de lo que pensabas. De esta manera nos atrevemos a creer en lo que Él dice de nosotras; y a no depender de nuestras fuerzas, sino a permitir que  Él se haga fuerte en nuestra debilidad. Solo comenzamos a descubrir a nosotras mismas y los planes de Dios para nuestra vida al estar en Su presencia,  y esto nos despierta acerca de cuán grande es Su amor por nosotras.

Un serio problema para muchas mujeres es el no comprender su propio valor. La sociedad nos vende mentiras y nosotras las compramos. Creemos los engaños del diablo: eres inútil,  nadie te ama,  eres gorda y fea,  tu valor radica en como te ves,  etc. etc. etc.

No eres cualquier cosa. No eres una más.  Eres ÚNICA. Dios te hizo con atención a cada detalle,  se esmeró para que tú fueras tú.  Y sí,  esto significa que aún esas cosas tuyas por las cuales te quejas y quisieras poder cambiar,  Él las ama.

Que te quede bien claro algo hoy: tu valor está establecida por el sacrificio de Cristo. Vales la vida del Hijo de Dios. ¡Y en todo el universo no existe algo de mayor valor! No menosprecies ni la obra de Sus manos ni el precio que ha pagado por tenerte cerca.

Un hombre te puede haber lastimado,  abandonado o abusado. No permitas que esas experiencias marquen tu estandar del amor. Que tu medida de amor sea Jesús. Él es fiel y Su amor interminable. Te conoce como eres y te ama con locura.

El saber cuánto vales tiene que cambiar todo. La manera en la que piensas, tus actitudes y tus palabras,  la forma en que vives - ya nada es igual. Ya no hagas caso de las críticas y deja de querer ser tan flaca como la Fulana o tan alta como la Mengana,  o lo que sea que crees te falta para ser más bella. Ya no pases tiempo anhelando lo que no tienes y comienza a vivir cada momento a lo máximo. 

martes, 4 de octubre de 2016

PLENAMENTE

Somos tripártitas. Esto significa que estamos compuestas por tres partes: cuerpo,  alma y espíritu. Ninguna es más importante que la otra,  y cada una afecta a las otras dos.

Si tu espíritu está muy fortalecido,  tu estado físico, tus emociones y tu mente serán influenciadas. Si tus emociones o tu mente están dañadas,  afectará otras áreas de tu persona. Si tu cuerpo está enfermo,  agotado o muy fuerte,  sentirás el eco en tu ánimo,  en tus pensamientos y en tu vida espiritual. Es que una parte de nuestro ser no puede ser divorciada de la otra.

La pregunta es ¿cuidas de las tres partes? Responde estas preguntas con un sí o un no:
1. ¿Haces ejercicio regularmente?
2. ¿Cuidas tu dieta,  para que sea equilibrada y completa?
3. ¿Ayunas de forma regular o aunque sea de vez en cuando?
4. ¿Lees la Biblia cada día sin falta?
5. ¿Pasas tiempo cada día en la presencia de Dios,  orando y escuchándole?
6. ¿Cuando las cosas no salen como quisieras o la gente te falla,  tus reacciones son controladas?
7. ¿Hablas mucho de tu prójimo?
8. ¿Tiendes a compararte con otras personas y luego sentirte inferior?
9. ¿Luchas con sentimientos como el orgullo,  el enojo y el rencor?
10. ¿Eres consciente de lo que piensas?

Este no es un test mágico para evaluarte como persona. Son algunas de las preguntas claves que debemos hacernos todo el tiempo. Es el deseo de Dios darnos una vida plena. Pongámos de nuestra parte para que esto sea siempre una realidad.

lunes, 3 de octubre de 2016

OBRA MAESTRA

Todo lo que tenemos y todo lo que somos lo hemos recibido de Dios. Él es nuestro Creador,  nuestro Padre,  nuestro Amigo y nuestro Amor. Tomó tiempo para hacer a cada una de nosotras de manera completamente única. Él es el Artista y tú eres Su obra maestra.

Nadie es como tú y nadie podrá hacer lo que Dios te ha llamado a hacer. Estás en donde estas en este tiempo porque así Él lo planeó. Hay algo específico que el Señor sabía que en este tiempo haría falta y quiere que tú lo hagas. ¿Ya sabes qué te ha llamado a hacer? ¿Estas avanzando hacia la meta? 

En especial en este tiempo de terrible confusión acerca de la identidad,  el mundo necesita que entiendas quién eres.  Sólo podrás entender quién eres si le buscas a Él. Quién eres,  como eres,  por qué existes - todo esto está escondido en tu Padre. Mientras más cerca de Él,  más le conocerás. Mientras más le conozcas,  más te conocerás a ti misma. Y mientras mejor te conozcas,  mayor será el ímpetu hacia el cumplimiento de Sus propósitos para ti.

domingo, 22 de mayo de 2016

LA EXCELENCIA

¿A qué te dedicas? Es una pregunta que se hace a personas recién conocidas. Implica que queremos saber en qué trabaja,  o cuál es su carrera.  Mire de vuelta la pregunta: A qué te DEDICAS. ¿Todas las personas que trabajan se dedican a lo que hacen?

La dedicación es entrega,  es compromiso,  es trabajo duro hacia una meta. Habla de tiempo y esfuerzo. Lastimosamente,  pocos se dedican.

Tengo el privilegio de formar parte de un grupo de artistas cristianos. Reconocemos la necesidad de retomar las artes visuales para Cristo. Queremos usar este medio para glorificar a Él y estamos creciendo en este campo.

Sin embargo,  vivimos una realidad de la cuál somos conscientes. No somos excelentes. Todavia no. Necesitamos crecer como artistas,  mejorar nuestra técnica, encontrar cada uno su estilo y lograr la soltura. Somos buenos,  pero no es suficiente. Buscamos la excelencia.

¿Cómo se logra la excelencia? Con dedicación. Lleva horas de trabajo,  estudio,  cansancio, a veces desánimo,  experimentación,  observación y una predisposición a recibir críticas. Suena difícil. Lo es. Nunca nada valioso se consiguió barato.

En estos días con este grupo de artistas buscamos la ayuda de una galerista de trayectoria. Le pedimos que criticara nuestros trabajos. Acudimos a su conocimiento y experiencia,  y le pedimos que nos dijera a cada uno qué nos falta.  El objetivo es crecer.

A menudo corremos de la crítica. Sin embargo,  nos puede hacer ver aquello que solos no logramos ver. Nos da la oportunidad de retener lo bueno y mejorar. No se enfade con la critica constructiva. Búscala. 

¿Quieres ser excelente?  Dedicate. Trabaje.  Practique. Comprenda que hay un proceso de crecimiento por el cual  obligatoriamente debes pasar. Significa que el talento no basta. No creas que porque algo haces bien,  todas las puertas se tienen que abrir. No pienses que ya llegaste a la meta cuando aún te falta mucho que mejorar. Y nunca imagines que por ser hijo u hija de Dios tienes privilegios.  De lo contrario.  Por ser Su hijo u hija,  mayor es la responsabilidad y más alta debe ser tu estándar de excelencia.

jueves, 28 de abril de 2016

AMAR A PESAR DE...

Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba. Efesios 2:14 NTV

Pablo escribía al pueblo de Efeso, que era una ensalada cultural. La ciudad era dividida en barrios, cada uno para un grupo étnico específico. Los grupos no se mezclaban. En algunos casos las áreas eran divididas por muros. En la sinagoga judía había un muro divisorio en el cual estaba escrito "Cualquier gentil quien traspase esta barrera será culpable de su propia muerte, la cual pronto llegará. " ¡Sí que existían barreras entre los grupos, y entre los judíos y los gentiles! ¿Hoy día estamos libres de estas divisiones? En la iglesia ¿vivimos siempre en paz y amor?

Cristo ha roto los muros que las personas levantamos entre nosotros. Ya que estas divisiones han sido destruidas, podemos vivir la unidad, a pesar de ser muy diferentes. El fruto de la reconciliación con Dios es la reconciliación con los demas. En la iglesia encontramos todo tipo de persona. Hay quienes son muy diferentes a nosotros. Algunas diferencias pueden ser edad, género, apariencia, inteligencia, nivel socioeconómico, madurez, cultura, persuasión política, y muchas más. Una de las mejores formas de apagar el fuego del Espíritu Santo es amando solamente a aquellas personas con quienes tenemos afinidad.

Cristo ha derribado las barreras y ha unido a todos los que en Él están en una familia. La cruz de Cristo es el punto de partida de la unidad, que hace que la diversidad del cuerpo sea una bendición y una gran fortaleza. El Espíritu Santo nos llama más allá de las barreras, a la unidad verdadera que a Él le glorifica. Nos llama a amar sin restricciones.