miércoles, 2 de diciembre de 2015

LA PRIMERA VICTORIA


Ayer vimos cómo Jesús advirtió que necesitaremos una espada para cumplir con la misión. Esto implica que el camino no será fácil, que habrá luchas y persecución. Estuve considerando esta verdad y qué implica esto para una mujer quien vive en este tiempo.

En el tiempo de Jesús una espada era algo normal. Al final, era un arma de la época. ¿Pero una espada hoy? Vivimos en una época en la cual se enseña acerca de los derechos humanos, la paz y la tolerancia. ¿Acaso hoy día aún existe la necesidad de tener una espada? Y si es que sí ¿a qué tipo de espada se refiere? La Palabra nos da la respuesta. Efesios 6:17dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.

¡Tú y yo necesitamos esa espada! Uno no vive sin pasar por dificultades. Si alguien me puede decir que no tiene problemas, me animaría a decir que no está viviendo. Mientras más se progresa, más se encuentra oposición. Mientras más logra, más crítica recibe. Las luchas de la vida pueden ser muy crueles pero ¡ánimo! Tenemos una espada y es la Palabra de Dios. El Espíritu de Dios está con nosotras. No nos ha abandonado y en Su poder la victoria está asegurada.

Aunque muchos conflictos son exteriores quiero recalcar que hay una lucha que es la primera que debemos ganar, y es la interna. Si quieres saber quién es tu peor enemiga, ponte frente al espejo. Es en nuestro corazón que hay tantas cosas que resolver; y a menudo es esto lo que nos lleva a tener tantos problemas con otros. Una persona herida hiere. Alguien con conflictos, crea conflictos. A veces nos desanimamos porque pensamos que nuestras fallas son demasiadas como para poder serle útil al Señor.

¿Hay esperanza? ¡Claro que sí! La respuesta tiene nombre: Jesucristo; pero le tienes que buscar. Él no te sanará a la fuerza. No mudará tu carácter sin que se lo entregues. Quiere transformarte a través de la  renovación de tu mente para mostrarte Su perfecta voluntad (Romanos 12: 2). Él te ama y te quiere ayudar a vencer en tu corazón para que luego venzas ante todo obstáculo y se cumplan en ti todos Sus propósitos.

En la Biblia vas a encontrar la guía para cada área de tu vida. En Su Palabra está el Espíritu de Dios, y Él te vivificará (2 Corintios 3:6). Toma esa espada y pelea. Ya no es tiempo de pasividad. No esperes que Dios haga la obra si no estás dispuesta a poner de tu parte. Esfuérzate y sé valiente. Él te da la espada. Tú tómala y pelea.

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