miércoles, 9 de diciembre de 2015

FIRMES


Tú y yo somos transformadas por Dios para luego transformar todo a nuestro alrededor. Las hijas de Dios somos luz. La luz, por más pequeña que sea, no cambia de ser luz sino que transforma el lugar donde está.

Cuando yo vine al Paraguay a mi cuerpo le llevó varios años ajustarse al calor y la humedad. Mucho sufrí en el proceso. Dolores de cabeza, nauseas y mareos fueron mi pan de cada día. ¡Hasta llegué a pensar que sería así por siempre! Sin embargo, con el paso del tiempo pude adaptarme y hoy ya resisto muy bien al clima tropical. La capacidad de adaptarnos puede ser muy útil en circunstancias como esas; pero en cuanto nos lleva a comprometer lo que nos enseña Dios es un problema.

Muchas personas son camaleones. De acuerdo con la situación cambian de color. Nunca realmente se sabe cuál es su verdadera postura porque en cualquier momento cambian de vuelta. El ambiente o nos cambia a nosotras, o nosotras lo cambiamos. Sabemos que el mundo está lleno de cosas negativas pero ¿cuán positivas somos? No me refiero a una forma de pensar positiva; lo cual, de hecho, es muy importante. Me refiero al poder de Cristo en nosotras, lo cual transforma todo en positivo.

Pablo escribió a los cristianos en Corintios. Era un pueblo rico, próspero y bendecido pero estaba luchando con el entorno. Estaban rodeados de corrupción y perversión; y sentían la presión de adaptarse. Sería mucho más fácil ser como ellos y actuar a veces como sabemos que la gente espera de nosotras. Así nadie se enoja, nadie se molesta y todos somos felices. Error. Dios quiere que seamos radicales y firmes, como Él lo es. En las circunstancias difíciles, cuando decidimos hacer lo que Dios manda en vez de lo que sería más fácil, nuestra fe es probada. Solamente así saldremos aprobadas.

Lea las palabras de Pablo a los Corintios: “Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes y por los dones inmerecidos que les dio ahora que pertenecen a Cristo Jesús. Por medio de él, Dios ha enriquecido la iglesia de ustedes en todo sentido, con toda la elocuencia y todo el conocimiento que tienen. Eso confirma que es verdad lo que les dije acerca de Cristo. Ahora tienen todos los dones espirituales que necesitan mientras esperan con anhelo el regreso de nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el final, para que estén libres de toda culpa el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva. Dios lo hará porque él es fiel para hacer lo que dice y los ha invitado a que tengan comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.” (1 Corintios 1: 4 – 9)

El Señor nos da todo lo que necesitamos y mucho más. Nos da libertad, un entendimiento profundo de la Verdad, todos los dones pueden ser nuestros y nos confirma constantemente que somos Suyos. Quiere que estemos cercas de Él. Quiere bendecirnos. ¿Por qué entonces flaqueamos?

No necesitamos nada que este mundo ofrece. Necesitamos de Él. Mantengámonos firmes. No permitamos a nuestro corazón ser de doble ánimo sino que prosigamos a la meta.

 Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud.

Colosenses 2:7

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