Estamos viviendo los mejores tiempos de la historia de la
humanidad. Es emocionante ver cómo se va desarrollando la historia conforme a
la voluntad de Dios, y saber que Él nos colocó en este lugar, en este tiempo
con un propósito específico. ¡Tú y yo estamos aquí ahora porque Él así lo
quiso! Nos arrancó de la eternidad y nos puso donde estamos por una razón - la Suya.
Ayer hablamos acerca del compromiso de liderar. Hoy quiero
contarles acerca de alguien que ha tomado este compromiso.
En un país lejano llamado Tanzania, que se encuentra en
Centro África, fue electo presidente de la nación un hombre llamado John
Magufuli. Hace cinco semanas, o sea que a principios de noviembre de este año,
él asumió la presidencia. Tanzania es un país muy pobre. Como la mayoría de los
países pobres su situación radica primero en la miseria mental. Sin embargo, su
nuevo presidente tiene una actitud visionaria. Él piensa fuera de la caja.
Este hombre nació en Tanzania en 1959 en el distrito
Chato, a orillas del Lago Victoria. Hijo de un granjero, superó muchas barreras
en su vida. Se recibió de Químico a los 35 años y continuó con sus estudios
hasta completar la Maestría y el Doctorado. Nunca fue parte del círculo interior del
partido Chama Cha Mapinduzi (CCM) y por
eso a muchos les sorprendió cuando obtuvo el apoyo de gran parte del partido y
luego de la mayoría del pueblo. Se hizo de enemigos por el camino. Uno de ellos
dejó el CCM para candidatarse de manera independiente, prometiendo vencerle al insurgente
de Magufuli. En el día de su cumpleaños, Magufuli ganó las elecciones con el
58% de los votos.
Estoy segura que pronto estarán escribiendo más acerca de
él. La verdad es que no se sabía nada de él hasta hace poco. Ahora gran parte
del continente africano habla de este hombre. Tiene la reputación de ser un
hombre que no da vueltas, que es libre de corrupción y que se mueve en búsqueda
de resultados. Su apodo es “Excavadora”, el cual se ganó siendo Ministro de
Obras cuando impulsó un proyecto revolucionario para construir carreteras a lo
largo de su país. Es conocido por no descansar hasta conseguir lo que se
propuso. Durante la campaña presidencial hizo lagartijas para mostrar que es
sano, algo que sorprendió gratamente a muchos. Prometió cambio verdadero al
pueblo tanzano, incluyendo el fin de las cortes de energía y la explotación de
las reservas naturales de gas de Tanzania. Además de todo esto, es padre de
cinco hijos, asiste regularmente a la iglesia y toca los tambores tradicionales
de África.
Es llamativo que lo que a Magufuli lo ha puesto en las
noticias no es tanto el haber sido electo, sino lo que ha hecho después de estar
en la silla de autoridad. ¿Comenzó a guardarse el dinero del estado? No, eso no
llamaría la atención ya que la mayoría lo hacen. ¿Abusó del poder en contra del
pueblo? No, para nada. ¿Se vengó de sus oponentes? Tampoco. Entonces ¿qué hizo?
estarás preguntando.
Tomó una escoba, un rastrillo y un balde y salió a
limpiar las calles de su ciudad.
El Día de la Independencia de Tanzania se solía festejar con
pompa. El estado anualmente gastaba muchísimo dinero en las fiestas nacionales.
Sin embargo, Magufuli no aceptó esto. Declaro él al subir, “Me parece
vergonzoso que en un país donde miles mueren de cólera se gaste tanto dinero en
fiestas.” Este año, el Presidente Magafuli proclamó que el Día de la
Independencia de Tanzania sería un Día de Limpieza; y él mismo salió, escoba en
mano, a limpiar las calles.
Admirable es la actitud de este hombre. Está comprometido
con el tipo de liderazgo que sirve y transforma. Sin embargo, no puedo evitar
preguntarme por qué esto nos llama tanto la atención. Al final, él está
haciendo lo que se debe. ¡En el mundo de hoy, lo correcto llama la atención
porque va en contra de la corriente! Sin embrago, debería ser la norma.
En Lucas 17:10
Jesús dice lo siguiente: “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que
se os ha ordenado, decid: ``Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo
que debíamos haber hecho.” Obedecer a Dios no es algo extraordinario. Obedecerle
es lo correcto, que nos lleva a ser extraordinarios.
Mujer, una vez más
te digo: eres líder. Tienes el compromiso de ser diferente. Escoge lo correcto. Obedece. Que tu motivación sea servir
a la gente. Este es el camino a la grandeza, porque a través de tu vida se
cumplirán los propósitos perfectos de Dios. No importa que no todos estén de
acuerdo contigo (nunca lo estarán). Lo importante es que tú estés en acuerdo
con Dios.
Señor Amado
Ayúdame.
Quiero ser el tipo de líder que a Ti te agrada. Quiero servir y obedecer, y así
ver el cumplimiento de Tus propósitos en mi vida. Te doy gracias porque me has
hecho líder; y me comprometo a liderar conforme a Tu diseño siempre.
Amén
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