jueves, 13 de octubre de 2016

TU LUGAR EN EL PARAGUAY

Qué hacemos cuando el mundo cae en pedazos? Cuando nada va como quisiéramos, cuando todo está en nuestro contra y cuando pareciera que la oscuridad está venciendo ¿cómo reaccionamos?

Considerando lo que hemos visto en el Paraguay en este tiempo, si nos descuidamos fácilmente caeremos en el desánimo. Asesinatos, robos,  secuestros y corrupción son ya casi noticia "normal". Es preocupante y alarmante pero pregunto de nuevo ¿qué hacemos?

Veo a muchas personas, lastimosamente muchos de ellos cristianos,  juzgar y criticar; en especial a las autoridades. Que el Presidente no sirve, que el gobierno es un desastre,  que los policias son tavy, etc. La Biblia nos enseña que nuestras palabras revelan lo que hay en nuestro corazón. Esto significa,  a un nivel personal,  que yo puedo saber qué hay en MI corazón al atender qué digo. ¿Qué estas diciendo frente a estos hechos? ¿Dónde está puesta tu fe?

Si voy a echar la culpa a personas,  es que no estoy entendiendo los tiempos. Y si declaro que todo está perdido y que "Así no más luego es el Paraguay" es que yo no comprendo quién soy y por qué Dios me puso en este lugar en este tiempo. Somos rápidas para proclamar la Palabra en situaciones agradables pero ¿somos asi de rápidas en ponerla en accion ante la adversidad?

Entienda esto: tú no estas donde estas en este tiempo específico porque sí no más. Dios decidió cada detalle de tu vida con un propósito; pero ese propósito no trata de ti sino viene a través de ti para multitudes. Tú estás en este mundo para traer luz,  no quejas y criticas. No podemos clamar a Dios porque bendiga a través de nosotras si nuestras bocas están llenas de palabras que van en contra de la Suya.

Tú y yo estamos aquí para marcar la diferencia. Estamos viviendo los últimos tiempos y somos parte de la última generación antes del final. ¿Lo has pensado? Estos serán tiempos marcados por las tinieblas. Habrá violencia y aberración. Veremos cosas terribles. ¿Nos desesperaremos?  De ninguna manera. Mayor es Él que está en nosotros que el que está en el mundo. El diablo anda rondando como león rugiente,  pero a nuestro lado está el Leon de Judá. ¡La victoria es nuestra para tomar!  Y la victoria comienza con la boca.

Para las escépticas,  quiero aclarar algo más: el Paraguay no esta perdido. Lo que estamos viendo aquí está sucediendo en todo el mundo. Abra los ojos. Los tiempos se están accelerando y el reino de las tinieblas se desespera. Por eso tú y yo tomamos nuestro lugar,  nos plantamos firmemente en la Palabra y hablamos palabra de fe sobre nuestra nación.

Mientras haya una hija o un hijo de Dios quien habla el bien,  en el mundo brilla la luz de Jesús. Tu decides si la harás brillar o no. 

SAL DEL LAGAR

Muchos de nuestros problemas y temores nacen de nuestro pobre conocimiento de quiénes somos. Nunca me cansaré de insistir que cada una de nosotras al descubrir en intimidad a nuestro Padre,  descubriremos a nosotras mismas.

Es que viviremos con dudas y confusiones si no nos plantamos cada día en la Verdad. Tenemos un enemigo astuto quien se empeña en tapar nuestros ojos para que no veamos que somos más que vencedores.

Alguien quien luchó con esto fue Gedeón. Su pueblo fue oprimido por los madianitas durante años. Israel no podía prosperar porque cada cosecha era saqueada por ellos. Los israelitas tuvieron tanto miedo que se hicieron cuevas,  cavernas y lugares fortificadas. Vivían en temor. Y Gedeón no era la excepción.

Un día estaba separando el trigo (un trabajo que se debe hacer al aire libre) en un lagar (un lugar cerrado) cuando le aparece un ángel quien la llama "hombre esforzado y valiente".  Casi suena a sarcasmo,  considerando que Gedeón estaba en el lagar por temor a los madianitas.

Tu condición,  tu pasado,  tus debilidades,  tus fracasos,  tus temores,  tus fortalezas,  tus talentos u aparente falta de talento,  tu carácter,  tu personalidad,  ni ninguna otra cosa impide que Dios haga lo que Él quiera en ti,  ni que Él te vea como Él te ha diseñado.

Muchas personas no han comenzado a demostrar su verdadera potencial. Muchos no se han dado cuenta todavía de que tienen una potencial no explotada aún. ¡Pero el Señor sí!  Dios no te ve según tus circunstancias sino conforme al propósito que Él diseñó para ti. Necesitamos descubrir en Él esa visión y activarla. Es urgente salir del lagar para entrar a la plenitud de todo lo que Dios tiene preparado. 

martes, 11 de octubre de 2016

HIJA DE DIOS

Había un tiempo en mi vida en el cual yo luchaba por el reconocimiento. No me daba cuenta de ello,  pero era mi pan diario. Sentía que tenía valor cuando la gente me felicitaba - la famosa terapia de las palmaditas en la espalda. Esto está bien mientras las cosas vayan bien y la gente te felicite,  pero el problema es que te exige la perfección. Al final,  solo lo perfecto o casi perfecto recibe el reconocimiento. Cuando salen mal las cosas,  cuando recibes críticas y nadie te aplaude entonces crees que no tienes valor.

El Señor en Su inmenso amor trató esa actitud mía. Me mostró que yo trataba de ganar el reconocimiento (hasta lo Suyo) porque lo interpretaba como amor; pero que Su amor ya era totalmente mío. ¡No necesitaba ganarlo porque ya me pertenecía por completo! Cuán grande libertad siento desde ese día. Puedo hacer todo lo que hago con el mismo esfuerzo que antes,  buscando la misma excelencia,  pero sin la terrible presión de tener que comprobar quién soy.

Nuestros roles parecieran definir quienes somos,  pero no es así. Aunque estés cumpliendo cabalmente con tus tareas,  es posible que nadie lo vea. ¿Esto hace de menor valor tu esfuerzo? No. Dios no te pide la perfección sino la humildad. La humildad obra por amor,  sin buscar nada para sí misma.

Debes entender que eres más que esposa y madre. Eres más que la hija de tus padres. No es un apellido lo que te otorga valor. Eres mucho más que abogada,  doctora,  profesora,  costurera,  cocinera,  ama de casa o lo que fuese a que te dedicas. Eres hija de Dios.

No te define la excelencia con la cual te desempeñas,  ni el dinero que ganas. No te define el reconocimiento de otros,  ni la falta de ello. No necesitas comprobar a nadie quien eres. Te define el amor de tu Padre. Eres hija de Dios.

jueves, 6 de octubre de 2016

EL ESTANDAR DEL AMOR

La Biblia nos enseña algo muy importante acerca de las mujeres:  necesitamos amor. Una mujer quien es amada se siente plena y fuerte. Una mujer quien es amada brilla con una belleza única.

Una mujer quien no se siente amada, será siempre vulnerable. Creerá las mentiras acerca de quién es,  no se auto valorará y difícilmente podrá amarse a sí misma.

A través de los años trabajando con mujeres he visto incontables veces como muchas porque no han recibido amor, no se aman. A consecuencia establecen un estandar muy bajo del amor. En términos mas sencillos, aceptan a cualquiera.

Una mujer quien no comprende que es amada con amor eterno y que ha sido comprado por el precio más alto aceptará   los avances de un hombre de palabra ágil; se entregará a sus manos con tal de sentir su afecto. Hasta creerá que sus caricias demuestran que la ama. ¡Cuán grande decepción al darse cuenta que nunca fue así!

De ninguna manera estoy diciendo que todos los hombres son malos,  ni que  todo sexo es sucio. Existen hombres quienes aman y respetan; y el sexo es bueno y hermoso en ese marco - el de amor y respeto; en otras palabras,  dentro del matrimonio. 

Mujer,  ¡eleva tu estandar del amor a la medida de la plenitud de Cristo!  Deja que Él tome los pedazos rotos y haga algo nuevo. Permítale enseñarte qué es amar sin temor para que tu corazon sea resguardado y protegido. Que tu cuerpo,  alma y espíritu estén llenos de Él y Su amor.

EL MAS ALTO VALOR

La vida en Cristo es una travesia llena de aventuras,  en la cual descubres que eres mucho más de lo que creías y puedes mucho menos de lo que pensabas. De esta manera nos atrevemos a creer en lo que Él dice de nosotras; y a no depender de nuestras fuerzas, sino a permitir que  Él se haga fuerte en nuestra debilidad. Solo comenzamos a descubrir a nosotras mismas y los planes de Dios para nuestra vida al estar en Su presencia,  y esto nos despierta acerca de cuán grande es Su amor por nosotras.

Un serio problema para muchas mujeres es el no comprender su propio valor. La sociedad nos vende mentiras y nosotras las compramos. Creemos los engaños del diablo: eres inútil,  nadie te ama,  eres gorda y fea,  tu valor radica en como te ves,  etc. etc. etc.

No eres cualquier cosa. No eres una más.  Eres ÚNICA. Dios te hizo con atención a cada detalle,  se esmeró para que tú fueras tú.  Y sí,  esto significa que aún esas cosas tuyas por las cuales te quejas y quisieras poder cambiar,  Él las ama.

Que te quede bien claro algo hoy: tu valor está establecida por el sacrificio de Cristo. Vales la vida del Hijo de Dios. ¡Y en todo el universo no existe algo de mayor valor! No menosprecies ni la obra de Sus manos ni el precio que ha pagado por tenerte cerca.

Un hombre te puede haber lastimado,  abandonado o abusado. No permitas que esas experiencias marquen tu estandar del amor. Que tu medida de amor sea Jesús. Él es fiel y Su amor interminable. Te conoce como eres y te ama con locura.

El saber cuánto vales tiene que cambiar todo. La manera en la que piensas, tus actitudes y tus palabras,  la forma en que vives - ya nada es igual. Ya no hagas caso de las críticas y deja de querer ser tan flaca como la Fulana o tan alta como la Mengana,  o lo que sea que crees te falta para ser más bella. Ya no pases tiempo anhelando lo que no tienes y comienza a vivir cada momento a lo máximo. 

martes, 4 de octubre de 2016

PLENAMENTE

Somos tripártitas. Esto significa que estamos compuestas por tres partes: cuerpo,  alma y espíritu. Ninguna es más importante que la otra,  y cada una afecta a las otras dos.

Si tu espíritu está muy fortalecido,  tu estado físico, tus emociones y tu mente serán influenciadas. Si tus emociones o tu mente están dañadas,  afectará otras áreas de tu persona. Si tu cuerpo está enfermo,  agotado o muy fuerte,  sentirás el eco en tu ánimo,  en tus pensamientos y en tu vida espiritual. Es que una parte de nuestro ser no puede ser divorciada de la otra.

La pregunta es ¿cuidas de las tres partes? Responde estas preguntas con un sí o un no:
1. ¿Haces ejercicio regularmente?
2. ¿Cuidas tu dieta,  para que sea equilibrada y completa?
3. ¿Ayunas de forma regular o aunque sea de vez en cuando?
4. ¿Lees la Biblia cada día sin falta?
5. ¿Pasas tiempo cada día en la presencia de Dios,  orando y escuchándole?
6. ¿Cuando las cosas no salen como quisieras o la gente te falla,  tus reacciones son controladas?
7. ¿Hablas mucho de tu prójimo?
8. ¿Tiendes a compararte con otras personas y luego sentirte inferior?
9. ¿Luchas con sentimientos como el orgullo,  el enojo y el rencor?
10. ¿Eres consciente de lo que piensas?

Este no es un test mágico para evaluarte como persona. Son algunas de las preguntas claves que debemos hacernos todo el tiempo. Es el deseo de Dios darnos una vida plena. Pongámos de nuestra parte para que esto sea siempre una realidad.

lunes, 3 de octubre de 2016

OBRA MAESTRA

Todo lo que tenemos y todo lo que somos lo hemos recibido de Dios. Él es nuestro Creador,  nuestro Padre,  nuestro Amigo y nuestro Amor. Tomó tiempo para hacer a cada una de nosotras de manera completamente única. Él es el Artista y tú eres Su obra maestra.

Nadie es como tú y nadie podrá hacer lo que Dios te ha llamado a hacer. Estás en donde estas en este tiempo porque así Él lo planeó. Hay algo específico que el Señor sabía que en este tiempo haría falta y quiere que tú lo hagas. ¿Ya sabes qué te ha llamado a hacer? ¿Estas avanzando hacia la meta? 

En especial en este tiempo de terrible confusión acerca de la identidad,  el mundo necesita que entiendas quién eres.  Sólo podrás entender quién eres si le buscas a Él. Quién eres,  como eres,  por qué existes - todo esto está escondido en tu Padre. Mientras más cerca de Él,  más le conocerás. Mientras más le conozcas,  más te conocerás a ti misma. Y mientras mejor te conozcas,  mayor será el ímpetu hacia el cumplimiento de Sus propósitos para ti.